Silencio en el autobús 1/2

El silencio abruma a la multitud, la gente cansada se apoya en el asiento del autobús para hacer más amena la espera a cualquiera de sus destinos. Hay gente de todas clases, gente de color, unos más blancos y otros más negros, otros más altos y otros más bajos, unos se entretienen escuchando música, otros mirando el móvil, quizá mandando mensajes a la pareja o a la madre, otros simplemente miran alrededor una y otra vez, por la ventana, por el pasillo central, otros miran a su lado y hablan en voz baja con su amigo o  con un desconocido que le ha tocado al lado gracias al azar.

Yo soy de los que a abierto el portátil y entre el rugido de las marchas del autobús mira de reojo hacia la ventana. Todo está oscuro y apenas sé por donde vamos, sólo veo a coches de pasar con sus luces que hacen de esta noche una noche de luciérganas en la carretera.
Al principio una chica de unos 12 años se ha sentado a mi lado, parecía argentina,  puesto que su acento la delataba. Su madre situada en el asiento a su derecha le decía algo como: “ mira a ese chaval que tienes al lado, es mono “ o algo así entendí, la chica mandó a callar a la madre y yo me hice el disimulado y me puse a seguir escribiendo esto.
Bostezo, tengo sueño y ni siquiera llegamos a los cuarenta y cinco minutos de viaje del que me espera todavía 2 horas incluso más. Me encuentro en “ Punta Chullera “, todavía ni hemos entrado en la provincia de Málaga y me bajo en Fuengirola, me espera un buen viajecito…
Manilva, Estepona, Málaga, es lo que pone en los carteles que sigo viendo tras este cristal en el cual me veo reflejado una vez más bostezando.

Me vuelvo a las gentes, a la muchedumbre, a la masa colectiva. Cada uno con un destino diferente, quizá estén terminando sus vacaciones, o se desplazan para buscar trabajo al día siguiente, o para ver a sus familiares, al igual que yo que voy a visitar a mi abuela materna, la que no veo  desde hace casi un año y a mi tío que vive con mi abuela que al igual que mi abuela, no la veo desde las mismas fechas. Aprovecho para visitarlos pero mi objetivo principal no es ese, aunque si que es verdad que visitar a mi familia después de ese tiempo no viene nada mal puesto que me acogerán esta noche en su casa, mi objetivo  como decía es matricularme en la facultad de Periodismo en la Universidad de Málaga. Es lo que verdaderamente he querido estudiar porque algún día quisiera ser un gran periodista , respetado por los demás  y valorado por los medios, pero  actualmente los periodistas, bueno y como todas las profesiones, es muy difícil encontrar trabajo y espero que cuando yo me introduzca en el mercado laboral mejore la situación porque andan tiempos muy malos culpa del sistema capitalista y la crisis mundial que nos afecta a todos, pero bueno son temas que no vienen a cuento ahora mismo.

Me vuelvo a mirar de nuevo en el cristal, y sí, de nuevo bostezando ¡Joder qué sueño tengo! Tengo unas ganas de llegar a la casa de mi abuela increibles, tomarme una ducha calentita porque aunque parezca mentira a esta hora ya de la noche, exactamente las diez en punto, hace “fresquito” y sólo estamos a 4 de septiembre, apenas estamos en otoño y vaya, me acabo de acordar que no he metido ninguna sudadera, ni chaqueta ni nada, perfecto. Todo esto supongo que será consecuencia del cambio climático, ya sabéis, la descogelación de los polos, las catástrofes naturales, terremotos, tsunamis, temperaturas no habituales, plagas, fauna y vegetación en peligro de extinción… vaya así vamos bien, en fin yo creo que la mayoría de la gente es un poco, bueno, es ignorante y no se percata de todo lo que está ocurriendo, la naturaleza nos está avisando y hacemos la vista gorda o estamos ciegos, sordos o yo que sé, cuanto más avance el tiempo peor irá el mundo, pero bueno son temas que no vienen a cuenta ahora mismo.