Acordes menores Cap.1

Hola, me llamo Erick, y os quiero contar historia que ocurrió durante el invierno de 1999. Trabaja de camarero en un bar en Gibraltar, pero yo había nacido en San Roque y vivía allí con mi esposa María y mis dos hijos varones, Erick como yo y Fran el último en llegar.

Mi padre era inglés, nacido en Londres y mi madre era gaditana, nacida en Cádiz capital,  por esta razón viví en San Roque, aunque también por cuestiones económicas, trabajo en Gibraltar. Me va bastante bien ya que me gusta mi trabajo y los compañeros  son muy simpáticas conmigo, mi jefe no es el típico que está encima nuestra, nos deja a nuestro aire siempre y cuando hagamos las cosas correctamente y por ahora va todo de viento en popa. Los días entre semana, la gente que va al bar suele ser casi siempre la misma, familias que viene a comer algún día, parejas que vienen a tomarse un café…en fin no he tenido problemas con nadie todavía y no he tenido problemas con nadie y suelen dejar alguna que otra propina que no viene nada mal.

En cambio, los fines de semana, el bar se llena de gente joven que vienen a tomarse sus cañitas mientras escuchan música en directo. Vienen grupos de pop-rock de la zona a tocar y amigos a quienes les gusta cantar en el bar mientras la gente se divierte durante la madrugada. Entre esas personas está Danny, era delgado, medía un metro setenta, como yo prácticamente, tenía el pelo castaño y largo en plan hippie.Es uno de mis mejores amigos, yo siempre lo he visto como a un tío alegre. Cada vez que venía, con su sonrisa de oreja a oreja, nos deleitaba con algún que otro chiste y nos pedía un chupito de anís del mono para “entrar en calor”, nos venía a ver casi todos los días ya que trabaja de dependiente en una tienda de música cercana al bar y algunas noches se acercaba con su novia Rudy a tomarse algo y a charlar conmigo cuando yo estaba de turno de noche o incluso íbamos al bar  cuando a mi me tocaba descansar para simplemente hablar y contarnos nuestras cosas, teníamos mucha confianza.