El Irlandés murió.

Irlandés closed.

Atrás quedaron los ansiosos viernes en el Irlandés, después de estar toda la semana estudiando siempre apetecía un vaso con algún ron añejo y una charla entre amigos. A veces llegábamos tan temprano que no había apenas gente y aprovechábamos para coger sitio en la parte de arriba, que era como un especie de balcón desde que el se veía todo el bar.
Allí hemos ido por distintos motivos, celebrar el cumpleaños de alguien, las buenas notas en los exámenes, graduación, para olvidarse un poco de los problemas, para ahogar penas o simplemente pasar un buen rato en compañía del humo del tabaco y el sonido de las bolas del billar.
Ahora paso por las noches, y veo esos cristales tapados con papel, paso y no veo a nadie pasando, ni siquiera el resto de las botellas vacías que quedaban en frente del pub Cuando paso por allí  me acuerdo del sonido de la gente allí dentro, de las risas, de cómo más de una vez salí de allí intentando mantener el equilibrio, del flamenco que ponían ya de madrugada..

En fin, el Irlandés quedará en el recuerdo, como el  pub que le dio vida a las noches de los viernes sanroqueños.