Escúchame niña

Escúchame niña, que nada es eterno
mira, el invierno está muriendo
y aunque sigas pensando en mí
sabes, nunca fui para ti

Escúchame niña, recoge tu dolor
respira y date la media vuelta
corre y no vuelvas a verme
deja de una vez, de quererme

Escúchame niña, que este loco no aprende
que soy un enamoradizo de las noches
no me busques en las calles mojadas
pues ya no busco, ningún cuento de hadas

Escúchame niña, que aprendí a vivir
sin caricias, sin besos, sin amor
que hoy le grito al mundo
que ya no me muero de dolor.

Querido poeta

Querido poeta, tú que nunca fuiste entendido por el mundo o quizá era el mundo el que no te entendía a ti, seguiste con tus versos hacia delante, con los ojos vendados, ciego, cesado por la mentalidad de la sociedad, censurado por los corazones del siglo XXI. Fuiste un incomprendido año tras años, intentaste encontrar tu lugar, mendigando ebrio por las calles y pueblos más remotos, por las ciudades más famosas del mundo, allá por París. Una guitarra a cuestas, papeles anotados con acordes y una voz que no entendían de amores.Tu esencia nunca se borró, tus versos son eternos, siempre quedarán tus ganas, tus letras, que harán sentir algo a alguien algún día, tu legado será imborrable. Entretanto, seguirás viendo de llover desde el balcón de un segundo piso, intentando ser alguien en la vida, intentando ser recordado por todos, y olvidado por nadie.

En la Malagueta.

¿Para cuándo?

¿Para cuándo? Unos buenos días cargados de ilusión, sin confusión.¿Para cuándo? Una sonrisa nada más llegar a casa, pensándote, matando a la soledad. ¿Para cuándo? Una tarde de lluvia sea un juego en el que tú y yo saltamos charcos.¿Para cuándo? Un atardecer, un café hirviendo, una puesta de sol, tu cabeza sobre mi hombro, y tu mano refugiada en la mía.¿Para cuándo? Un anochecer, de esos, en el que tú y yo apaguemos el sol,  buscándote entre mis sábanas, jugando al esconder, soñándote, susurrarte mil historias, robándote besos.¿Para cuándo? Un amanecer mágico en el que compartamos, la resaca de ilusión, ¿para cuándo?, dime, ¿para cuándo?

Cuántas noches

Cuántas noches te esperé
sentado en el mismo lugar
si es que día a día muero,
por poderte besar.

Cuántas noches te quise
y ni tu nombre conocía
solo sabía que eras tú,
la que me encantaría.

Cuantas noches imaginé
que con mis tonterías,
¡te reirías!

Cuántas noches soñé
que dormías en mi cama
y al día siguiente
yo te despertaba.

Empeñado en encontrarte

Dudo que nuestras pupilas se hayan cruzado alguna vez a lo largo de nuestras vidas, dudo que te haya conocido, seguramente estaré por conocerte, a veces dudo demasiado y es que me desvelo cada noche al pensar en dónde y cuándo te encontraré. Pero cada día, sigo empeñado en encontrarte, para ser felices los dos, para prometerte una vida juntos de la mano hasta que nuestra luz se apague. Que estoy loco por prometer, que estoy como una regadera, pero es que muero por robarte flores la próxima primavera.