
Cuántas noches te esperé
sentado en el mismo lugar
si es que día a día muero,
por poderte besar.
Cuántas noches te quise
y ni tu nombre conocía
solo sabía que eras tú,
la que me encantaría.
Cuantas noches imaginé
que con mis tonterías,
¡te reirías!
Cuántas noches soñé
que dormías en mi cama
y al día siguiente
yo te despertaba.
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